Ahogo

Valdría la pena una noche de deseo y pasión verdaderos.
Que me haga sentir viva.
Que me cale los huesos.
Que me deje eufórica y extasiada.
Así por las noches cuando mire el cielo en medio de mi confort y desdicha,
recordaría con intensidad, felicidad y melancolía la noche más feliz de mi vida.